El Sueño de la Pensión Mexicana en el Extranjero: Una Realidad Alcanzable
CIUDAD DE MÉXICO - Para los millones de mexicanos que residen fuera de nuestras fronteras, la idea de obtener una pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) podría parecer un objetivo lejano o, incluso, imposible. Sin embargo, gracias a los esquemas de continuación voluntaria y la modernización de trámites, el retiro bajo el amparo de la seguridad social mexicana es una meta tangible para quienes cotizaron en el país, sin importar dónde residan actualmente.
Este reporte desglosa el camino que deben seguir los mexicanos en el exterior para asegurar este derecho laboral, un proceso que requiere planeación, constancia y, en muchos casos, un representante de confianza en México.
La Llave de Acceso: Mantener Vigentes los Derechos
El primer y más crucial paso para un mexicano en el extranjero es asegurarse de no perder sus derechos ante el IMSS. Esto se logra a través de dos mecanismos principales que permiten seguir acumulando semanas de cotización y mejorar el promedio salarial, incluso a miles de kilómetros de distancia.
1. Continuación Voluntaria (Modalidad 40): Este es el esquema más conocido y aplica para quienes dejaron de cotizar con un patrón en México pero desean seguir aportando por su cuenta. Está dirigido principalmente a trabajadores bajo la Ley de 1973, permitiéndoles inscribirse con un salario de cotización que puede ir desde el mínimo hasta 25 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA). Esto es fundamental, ya que la pensión bajo esta ley se calcula con el salario promedio de los últimos cinco años.
"La Modalidad 40 es un instrumento poderoso", comenta Ana María "N", quien reside en Texas y logró su pensión el año pasado. "Pude registrarme en línea y realizar mis pagos mensuales desde aquí. Fue la única forma de alcanzar las semanas que me faltaban y mejorar sustancialmente el monto de mi pensión".
2. Programa para Personas Trabajadoras Independientes: Para quienes cotizan bajo la Ley de 1997, el IMSS ha implementado un programa piloto que permite a trabajadores independientes, incluyendo a los que viven en el extranjero, inscribirse al régimen obligatorio. A través de este esquema, pueden acceder a los cinco seguros del IMSS, incluyendo el de retiro, y realizar sus aportaciones de manera directa.
Ambos trámites pueden iniciarse y gestionarse en gran medida a través del portal del IMSS Digital, facilitando el proceso para quienes no pueden viajar a México.
El Proceso de Solicitud: Un Puente entre Dos Países
Una vez que se cumplen los requisitos de edad (60 años para Cesantía en Edad Avanzada y 65 para Vejez) y las semanas de cotización requeridas por cada ley (mínimo 500 para la Ley 73 y 825 en 2024 para la Ley 97), comienza el trámite de solicitud de pensión.
Dado que el solicitante reside en otro país, es indispensable nombrar a un apoderado legal en México. Este representante, que puede ser un familiar, amigo de confianza o un gestor profesional, será quien presente la solicitud y la documentación en la ventanilla de la subdelegación del IMSS correspondiente.
Para ello, el connacional debe otorgar un Poder Notarial Especial desde el consulado mexicano más cercano a su lugar de residencia. Este documento facultará a su apoderado para actuar en su nombre en todos los trámites relacionados con la obtención de la pensión.
Documentación Esencial a Preparar:
Identificación oficial del solicitante y del apoderado.
Acta de nacimiento y CURP.
Cualquier documento que contenga el Número de Seguridad Social (NSS).
Poder Notarial Especial.
Constancia de semanas cotizadas.
Un documento oficial del banco en el extranjero que incluya el nombre del titular, número de cuenta y el código SWIFT o IBAN para transferencias internacionales.
Recibiendo la Pensión: Del Esfuerzo a la Recompensa
Tras la aprobación de la solicitud, el IMSS puede depositar la pensión directamente en una cuenta bancaria en el extranjero. Gracias a un convenio con una entidad bancaria estadounidense, el Instituto facilita la transferencia de los fondos sin costo para el pensionado, aunque el banco receptor podría aplicar sus propias comisiones.
Un requisito indispensable para mantener el pago de la pensión es la "comprobación de supervivencia". Este trámite, que certifica que el pensionado sigue con vida, debe realizarse periódicamente. Afortunadamente, los consulados mexicanos están facultados para emitir este certificado y notificar directamente al IMSS, eliminando la necesidad de que el pensionado viaje a México.
El camino para obtener una pensión del IMSS desde el extranjero es una prueba de perseverancia, pero también una demostración de que los derechos laborales trascienden fronteras. Con la información adecuada y una buena planificación, el fruto de años de trabajo en México puede disfrutarse en cualquier parte del mundo.